El tempo de la peregrinación no es sólo el tiempo
de oración. No es sólo el tiempo de canto y de marcha. Es el tiempo de conocerte a ti mismo y de comprobar lo fuerte que eres.
Aunque no lo parezca, la peregrinación no es para
todos: es para gente especial, para personas que buscan algo más en la vida, para aquellos que no tienen tiempo para acostumbrarse a un sofá cómodo y al
mando a distancia. ¿O es para ellos?
¿Soy capaz de llegar? ¿Vale la pena hacerlo? Muchos de los peregrinos luchan contra sus dudas durante el viaje. ´´Voy
a pasar 30 minutos yendo rápidamente y me haré un descanso después´´. Si quieres ser un peregrino, abstente de pensar así. Dos horas de marcha, unos
minutos de descanso, unos tragos de agua, un bocadillo y de nuevo al camino. Y
cada día lo mismo.
La peregrinación es el tiempo para abrir el corazón y los ojos. Empezando a peregrinar, dejamos para un tiempo la vida cotidiana, el mundo del materialismo, el estrés de llegar siempre tarde. Dejamos nuestros problemas en casa.. O mejor, los llevamos con nosotros para pensarlos bien, pedir la ayuda de Dios y, al final, solucionarlos.
Y ¿por qué merece la pena hacerlo? Porque hay insuficiente gente feliz en nuestro mundo. Y durante la peregrinación, lo que nos trae la felicidad son cosas tan banales que en nuestra vida diaria ni las percibimos. Quizas suena banal un vaso de agua regalado por otro peregrino o un plato de sopa caliente de una persona desconocida. Pero después de pasar unos 25 kilómetros no piensas en actualizar tu cuenta en Facebook o Twitter y cada pedazo de pan es como un bombón para un niño.
Lo repito: la peregrinación no es para todos, es para gente especial.
Otra cosa, incluso más importante. Para Dios TODOS somos especiales e importantes. No importa lo mucho que te has acostumbrado a tu sillón.
Además de todo lo bueno que nos ofrece peregrinar en general, la ruta polaca del Camino de Santiago nos asombra con la belleza de sus paisajes, con la hermosura de sus catedrales de varias épocas y con la enorme hospitalidad de los anfitriones que nos permiten pasar las noches en sus casas. Es impresionante que cada año crece el número de las personas que deciden seguir los pasos de sus antecesores que partían de Polonia hacia Santiago de Compostela.
Fuentes:
http://www.google.com ; http://www.camino.net.pl/; http://pl.wikipedia.org/wiki/Droga_św._Jakuba;
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